Arrieros Semus

Hundidos, fracasados, ahogados en el barro,

ese es tu mejor deseo cuando no estás a mi lado,
matando una ilusión, creas tu propio bando...
Y ahora desde lejos muestras el resentimiento,

escuchando las canciones,
que ya sabes que nunca has hecho, y ese es el hecho.
Cambiar el rosa por el negro no te da ningún derecho...

Ye, ye, ye, ye, yeheee!

Voy, y sabiendo que sufrí, sonrío una vez más, ya no me engañan tus lamentos.

Ves que no puedo caer, no encuentras mi final, sólo me mueve el sentimiento.

Vas de mártir triunfador, hablando con rencor,

tu hipocresía son los colores de un bufón.
Absurdo y sin valor, no me importa tu opinión,
de lo que siembras siempre recoges tu humillación.

Y ya no vales nada y nada es lo que ladras.

Si en tu deseo, hoy me crees caer.

Sabes que no gana quien mata con odio.
Alimentas el deseo de volverme en pié.
Si es tu deseo el verme caer,

recuerda el daño que hiciste
y en el camino, arriero, te espero.


Y tal vez, podamos distinguir al volvernos a equivocar,
ya sé que no somos perfectos.
Bastaría con decir: "no soy nada sin ti",

pues bien te quiero con defectos.

Con tu sonrisa singular, intentabas disimular.

Un buen momento, era perfecto para traicionar.
Y sólo por confiar, ocultaste la verdad,
y tus mentiras siempre nos has hecho tragar.

Y ya no queda tiempo, son palabras al viento.

Si en tu deseo, hoy me crees caer.

Sabes que no gana quien mata con odio.
Alimentas el deseo de volverme en pié.
Si es tu deseo el verme caer,

recuerda el daño que hiciste
y en el camino, arriero, te espero otra vez.