Te quise como un escolar
que estrena corazón,
y descubrí que todo amor

es una religión.

Si alguna vez te lastimé

fue siempre sin pensar
pues quien te quiere bien
te hará llorar.


Tú me enseñaste a ser feliz
por el placer de dar.

Amar también es compartir
e incluso renunciar.


Ahora que regreso a ti
igual que el buen ladrón
escúchame

y dame tu perdón.

Abrázame maría

y dime que me amas como antes.
Y déjame María
besar la nieve virgen de tu piel.


La pena que demuestro hoy
mis ganas de llorar

son una prueba de dolor
y de sinceridad.


Es frágil la felicidad
y débil la virtud,
te tengo sólo a ti

junto a mi cruz.

Abrázame maría

y dime que me amas como antes.
Y déjame María
besar la nieve virgen de tu piel.