Que compongan los canelos
un corrido al catrin
un caballo muy bonito

Santiago lo quiere oir
fue su dueño y jinet
bailandolo era feliz.


Hasta Phoenix, Arizona
a Santiago le llamaron

el caballo consentido
se encontraba agonizando
se traslado a Culiacan

pero no pudo salvarlo.

Con el rostro de tristeza

a su clin acariciaba
el le dio su sepultura
como nadie lo esperaba

por ahi supe que hasta un cura
le llevo para que rezara.


Que remodelen el rancho
y le cambien el nombre
que le pongan el catrin

asi lo pidio aquel hombre
en la entrada bien plasmado
como una estampilla al sobre.


El delirio de Santiago
son mujeres y caballos

convive con sus amigos
se pasea en buenos carros
con los vidrios siempre duros

por si quieren traicionarlo.

Alvino ensilla la calda

tu Loreto al calcetin
que se traigan una banda
para recordar al catrin

y que toquen el corrido
Santiago lo quiere oir.