Era ella la que soñaba cada noche con su amor
prefirió meterse a puta antes que ser la simple musa del dolor
era ella la que soñaba con su hogar y no un colchón

y atardecer con un vestido casi blanco
junto a una lumbre de una casa en las afueras
donde un marido vuelve de estar trabajando

y lo sirviera...

Rocío no era Rocio

cada noche tenía un nombre
y lo cambiaba a su antojo
para poder vivir se olvidaba de existir

daba rienda a sus despojos.
Es duro ver sus sueños atrapados por el tiempo
un sucio club le abrió los ojos

miró y yo no insistí
bajé los ojos y me fui
que nadie advierta que estoy loco.


Sus amigos duraban lo que el morbo tarda en irse a trabajar
cuando llora conmueve inmunes a cualquiera de aquel bar

pero Rocío quita el frío a los casados
y aunque sus besos siempre estén envenenados
y bajo el labio sean visibles las ojeras

querrán quererla.

Rocío no era Rocio

cada noche tenía un nombre
y lo cambiaba a su antojo
para poder vivir se olvidaba de existir

daba rienda a sus despojos.
Es duro ver sus sueños atrapados por el tiempo
un sucio club le abrió los ojos

miró y yo no insistí
bajé los ojos y me fui
que nadie advierta que estoy loco.


Conoció la amistad desde lejos
cada noche le llora a un extraño

¿qué motivo va a tener el tiempo?
si ha sío él el que la ha condenado
yo intenté acorralar su mirada

pues Rocío la viste bien alta
pero sabe muy bien su trabajo
que es coser las heridas que tienen a los demás

de algún lugar, un hospital.

Rocío no era Rocio

cada noche tenía un nombre
y lo cambiaba a su antojo
para poder vivir se olvidaba de existir

daba rienda a sus despojos.
Es duro ver sus sueños atrapados por el tiempo
un sucio club le abrió los ojos

miró y yo no insistí
bajé los ojos y me fui
que nadie advierta que estoy loco.


¡Que nadie diga que estoy loco!