Noviembre afila cuchillas con tenebroso frío
que tiñe de rojo y de dolor un río
Madrid, un dedo te señala, de metralla

Madrid llama a tu gente, cierra las murallas.

En cada barrio gritan ¡No pasarán!

En cada esquina hay barricadas de dignidad.

No, no, no pasarán gritan desde la universidad.

No, no, no pasarán.
Aquí el puño el alto defiende la ciudad.


En cada cañón se encuentra la resistencia
En cada corazón que no quiere cadenas
Obreros, milicianos internacionales

frente a los fascistas y potencias mundiales

Caen nubes negras sobre el pueblo de Madrid

dispuesto a darlo todo, dispuesto a resistir.
En la estación del norte, en la casa de campo
Atacan las fauces traidoras de Franco.


Miles de bombas arrasan al que no se rinde
a miles de personas con ideales firmes.

Una bala mató el fuego rojinegro
libertario, Durruti compañero


Muere como un héroe y no un político rastrero

De los que huyen dejando solo al pueblo

Madrid sitiado, hambriento, alimenta el sueño
Come valentía, cena su último esfuerzo


No, no, no pasarán gritan desde la universidad.
No, no, no pasarán.
Aquí el puño el alto defiende la ciudad.


El Puente de los Franceses no deja cruzar
a quien busca el cadáver de la libertad

Vengadora es la cruzada que sin razón se alza
y al alba deslumbra con un sol de amenaza.


Y aquel día de marzo traía canto ahogado
el de tu pueblo, del mío, de cuerpos destrozados
pequeños, silenciosos, de niños ensangrentados

que en su párvula inocencia nunca fueron derrotados.

Madrid, te quedó la furia, soportando vencedores

que rasgaron más tu carne haciéndola jirones
Lágrimas de manzanares encierran rabia y amor
de aquel pueblo que luchó por una revolución.


¡Memoria y dignidad!