Propongo que germine el pensamiento
del cual en la penumbra, burlezco, me reí;
que rasgue con sus frutos la cordura

y la cínica hermosura de los rostros de rubí.

Propongo derribar esas paredes,

rescatar de las redes al bueno y al ladrón;
y luego invitarlos a la calle
a darle a la gente un gusano y una flor.


Propongo comentar públicamente
que de hoy hasta la muerte solo un soplo hemos de ser;

no obstante nuestra corta estadía
una digna melodía dejaremos para ver.


Propuse, propongo y propondré
quitarnos la carga del ayer,
desde hoy comenzar a hacer historia,

hipotecar la gloria,
desenterrar la fé.