Esta es la historia de la cacica Rayito de Sol
Que por su hermosura era como son hermosos
Los atardeceres de mi Guajira

Era la adolescente más hermosa nacida en las estribaciones de la Guajira
Era una cacica nómada criada entre tunas y cardones
Era distinguida por su nobleza y sensible de corazón

Pero un día el padre de la cacica Rubén Peñalver
Lanzó a su tribu a una guerra sin cuartel
Cual sería su sorpresa,

Cuando la noticia a la ranchería llegó.

Ha matado a nuestros hombres,

Presa de pánico un emisario llegó
El cacique (padre de la cacica), sabiendo el interés
Que tenía el cacique Toro Salvaje

Acostumbrado a la guerra y a las batallas mas fraticida
Decidió entregar a su hija Rayito de Sol,
Así fortalecería la unión y recobraría el poderío

De su etnia WAYUU.

Al saber la fatídica decisión, exclamó ella

-¿padre, dejarás que mi belleza y juventud
Se muera como veo morir los atardeceres de mi Guajira?
Así dejarás mi vida árida y desértica

Como son las entrañas de mi Guajira.

Ahogada en llanto la cacica partió en una veloz correría

Perdiéndose entre trupíos y cardones
Viendo con impotencia su amargo destino
Decidió quitarse la vida

Y esa tarde el atardecer se tiñó de un rojo intenso
Y una sombra negra se divisó en el horizonte
Y una ave negra con un lamentable trinar cruzó el oriente

Como dando muestra de ruto y dolor por la terrible decisión.

Pasado un tiempo, el cacique padre de la cacica

Perdió la razón y se le veía por las planicies
Gritando donde está mi hija Rayito de Sol
Y fue encontrado en el año 1912 en el mismo sitio

Donde se ahorcó su hija Rayito de Sol
Su cuerpo se balanceaba cual bandera al viento
Y un frío de muerte se sintió por un largo tiempo

Y dejando esculpido en la corteza
De aquel árbol un mensaje que decía
Si yo he sido el culpable de tu destino

El mismo castigo he de sufrir yo
Y aún queda aquel viejo árbol
Como dando testigo mudo de lo que allí sucedió

Y esto es una historia de la vida real.