Voy a desembarcar en tus orillas
con una tropa bárbara de besos,
conquistador, corsario, catequista

el clan de los estremecimientos.

Y voy a promover en tus provincias

anárquicas trifulcas del deseo,
herejes dictaduras naturistas,
salubres y amazónicos misterios.


Y voy a decretar tu estado de queda,
voy a malversar tus apellidos.

Un tirano prepotente en el umbral de tus caderas,
un rufián en la alacena de tu ombligo.


Un patán terrateniente expropiando tus praderas
y en los montes de tu cuerpo tu bandido,
y voy a confiscar el sol de tus piernas,

tus caudales, tus fondos, tus reservas.

Seré tu buitre, tu plaga, tu hoguera, tu asesino.


Voy a desenbarcar en tus orillas
con una tropa bárbaras de besos,

conquistador, corsario, catequista
del clan e los estremecimientos.


Tortura tendrás hasta que el rocío
me encuentre muerto en la azotea de tus pechos
diciéndote: amor mío.